jueves, 3 de diciembre de 2009

El Recurso del discurso del Homo...sapiens


En 1959 Cuba tenía 6,8 millones de habitantes.
Seis años después llegaba a los ocho millones. Luego de siete años la cifra se elevó a nueve; pasados once años éramos ya diez millones. En 1997 vivíamos once millones de cubanos encaramados sobre el archipiélago nacional. Ocho años más tarde, en 2005 se llegó a una cifra considerada por los expertos como el tope adonde llegaremos: Once millones 234 mil 836 habitantes.
Desde el 2006 comenzó un proceso a la inversa y se dice que para el 2030 se habrá bajado de los 11 millones.
Muchos advierten del complejísimo panorama que nos está plantando cara, y que para entender los caminos a seguir habrá que acudir a la Antropología como «la ciencia» de todas las ciencias. Y tal vez sea cierto porque la Antropología (del griego Anthrópos, ser humano y logos, discurso)  en su organización como transdisciplina, reúne en una sola materia de estudio diversas especialidades que se ocupan del análisis de disímiles aspectos de la vida humana: biología, geología, ciencias físicas, lingüística, humanísticas, sociales, culturales, arqueológicas, históricas, patrimonio, turismo, meteorología, cibernética, medio ambiente y globalización, observados a través del tiempo y el espacio, en los más diversos entornos posibles.
Por Jorge Sariol
En los últimos años la Antropología ha tomado en Cuba más fuerza de la que tradicionalmente ha tenido. Sucede que hasta ahora tuvo más desarrollo la antropología biológica; sin embargo comienza a entenderse, por fin, que no es solo la ciencia que estudia al hombre, sino mucho más que eso.
Para el Dr.  Armando Rangel Rivero, del Museo Antropológico Montané, de la Universidad de La Habana , si desde la óptica de la Antropología biológica se estudia el origen y la evolución, considerando la relación entre su desarrollo ontogenético y los factores socioculturales, «entonces no debemos divorciar, bajo ningún concepto lo social, lo psicológico y lo biológico, y pensar así en un ser biopsicosocial, cuyo progreso esté marcado por las condicionantes de todas las partes, pudiendo de este modo, realizar verdaderos análisis que faciliten la rápida toma de decisiones en problemas que lesionan a la humanidad.»
Pensar Cuba
Pero la realidad social de Cuba no se parece a ninguna otra. Y es más compleja de lo que muchos suponen. En nuestro país, la clasificación de lo urbano y lo rural, por ejemplo, ha tenido que revisar viejos conceptos, reformular paradigmas y modificar nomenclaturas 1. No son las mismas maneras de vivir en Ciudad de la Habana si se es del Vedado o de barrios colindantes a la Autopista Nacional. En cambio, codificaciones demográficas como asentamiento poblacional, indicadores de las políticas públicas, cantidad de población en cada territorio, población base, fecundidad o mortalidad tienen entre el «campo y la ciudad», fronteras no siempre bien definidas.
Para el Dr. Roberto Dávalos Medina, del Departamento de Sociología, Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, el espacio urbano, donde se expresa el estatus y el papel de las personas «se refleja a su vez en cinco espacios: en lo doméstico, en el aprovisionamiento, en la recreación, en el de vecindad y en el de país. Pero se puede estar en espacios muy públicos y sentirse muy solo. Por eso es tan importante analizar los modos urbanos de comportamiento desde una mirada antropológica —encapsulación, segregatividad, intregratividad y soledad—, lo que significa estudios que den a la gente habilidades para enfrentar el mundo.
«La ciudad —advierte el Dr. Dávalos—, además de un hecho físico y de un tipo particular de sociabilidad, es un estilo de vida que merece ser estudiado desde la profundidad 2
Antropología y desastres
La antropología, que intenta explicarse por qué los desequilibrios demo-económicos de los espacios causan tanto daño, se interesa en los estudios sobre la acción del hombre sobre el medio —antropización— tanto como el impacto de los desastres naturales sobre el hombre.
Los antropólogos dedicados al asunto, al decir del Dr. Rangel, observan los desastres como alteraciones intensas del paisaje, tanto de los espacios físicos ocupados por las personas, como del paisaje humano. «Estos eventos ocurren en un tiempo y espacio determinados, en los cuales una comunidad o parte de la sociedad sufre detrimentos dinámicos, con pérdidas humanas y materiales, desajustando las estructuras sociales, provocando que la vida cotidiana se vea afectada en un período de tiempo casi siempre largo. Tunas de Zaza, donde hay gran actividad de la industria pesquera, es ejemplo de antropización del hombre sobre el medio —el vertedero está en la misma costa— y a su vez ha sido franja muy afectada por los ciclones. Ha habido gran afectación no solo en la zona urbana, a menos de 50 metros de la costa, sino en la vegetación costera, sobre todo el mangle. El cementerio está sobre la misma línea de costa, y encima de las tumbas de los ataúdes tienen que poner piedras para que el agua no saque las osamentas en tiempos de tormentas. Por otro lado está la experiencia del delta del Río Cauto y el uso de cloruro de plata para provocar la lluvia, práctica que trae beneficios pero también perjuicios».
Aunque desde la antropología no se toman decisiones, pueden darse alertas, promover orientaciones y establecer estrategias; da esta ciencia para estudios lo mismo acerca de las fiestas de 15, que de los incendios forestales como parte de los estudios de antropización del hombre, o de conflictos como el de los jóvenes de la calle G.
«Sucede que se pueden hacer incluso estudios antropológicos de carácter religioso —dice Rangel—, pero desde la religión no puedes hacer antropología, pues no tiene nada que ver con los fenómenos reales de la sociedad contemporánea. En mi opinión, no es necesaria una carrera de Antropología en Cuba —de hecho nunca la hubo—, pero es cierto que se ha vuelto una ciencia utilísima; su esencia no es describir sino analizar el porqué de los fenómenos; pero tampoco es el ombligo del mundo, ni puede dar todas las respuestas, y las acciones a emprender dependen siempre de la voluntad política de los decisores».
1 Es significativo que el 99.9 % de los nacimientos en el país ocurran en hospitales y otros centros de salud, y los nacidos fuera del «ámbito médico» (apenas el 0,1%) entran inmediatamente en igualdad de condiciones en las relaciones institucionales.
2 El  Dr. Robert Clouse, Arqueólogo de la Facultad de Artes y Ciencias y director de los museos de la Universidad de Alabama ha dicho que La Habana —en su parte vieja— tendrá el registro arqueológico más grande que cualquier ciudad del mundo. «La ciudad se construye sobre capas pero los registros más viejos se van quedando ahí, a pesar de que en contextos urbanos la actividad antrópica es continua y la presencia de interfases de destrucción suelen ser más comunes que los propios depósitos positivos o acumulativos. Pero todo es conocimiento

domingo, 15 de noviembre de 2009

490 Aniversario

Hay un grupo que dice.
La Habana que amamos y padecemos
Por Jorge Sariol
La ciudad capital, que ahora mismo pudiera andar desenredando un nudo que parecía gordiano, en demasiadas ocasiones acude a la fórmula alejandrina de apelar al filo.
Esta Habana, que es más que un número respetable de habitantes o una estadística de densidad por kilómetros cuadrados, a veces se desconoce a si misma.
Según la ven sus estudiosos la ciudad es también la escenografía, es decir, los espacios sociales, no siempre en concordancia con las aspiraciones.

En ambos casos el resultado es complicado de asumir: alguien se queja de que  el Centro Histórico  esté lleno de espacios culturales que sus habitantes no aprovechan como debieran,  mientras alguien se queja de que no todos  los espacios culturales del Centro Histórico responden a los intereses de todos los núcleos comunales que conforman La Habana Vieja. Quizás por eso es tan sabrosamente ingeniosa —como falsa— la frase si la Habana Vieja tiene casco, el barrio de Jesús María —por ejemplo— sería la mala idea.



Alguien se queja de que no se cumplen los planes de construcción de viviendas. Y alguien se queja del criterio de construir viviendas sólo como un plan para cumplir, a toda costa y a todo costo, y no como un proyecto de relación comunal, social y hasta vecinal, para evitar la propagación de barrios sin aseguramientos de redes viales, hidráulicas, eléctricas y asistenciales, que a la larga —en ocasiones muy-a-la-larga— tendrán alto costo económico, social y político.
 Alguien se queja de cierto empeño —de ciertas políticas de ciertos funcionarios— en hacer “arrollar” a los habaneros en los carnavales, cuando en los carnavales habaneros nunca se “arrolló”, y alguien se queja de que no se quiera ver la ciudad viva —que no es la de hace 40 años—, compuesta cada vez más por inmigrantes de otras provincias, y si hay que “arrollar”, pues “arrollemos”; la solución no es imponer pero tampoco limitar.


Alguien se queja de que a los arquitectos no se les consulte al tomar decisiones urbanísticas, e igual queja se le escucha a sociólogos, antropólogos, meteorólogos y a muchos vecinos y protagonistas   de sus tantos barrios.
Alguien se queja de  no es lo mismo La Cuevita, La Corea o La Virgen del Camino,  aunque estén  en la misma órbita urbana,  mientras alguien se queja de que se hagan demasiadas distinciones entre Colón y Cayo Hueso, dos consejos populares separados por calles-más-calles-menos, en pleno Centro Habana.
 Algunos disertan sobre urbanismo cubano o debaten en torno al diseño ambiental como paisaje citadino y otros lamentan la falta   de perspectivas de un verdadero concepto de “lo urbano” dentro de la ciudad, así como de reales mecanismos de control de los núcleos poblacionales que la componen.


Esta ciudad, donde es posible sentirse sólo rodeado de gentes, o recibir la solidaridad citadina ante la situación más misérrima, se da todavía el lujo de convocar a medio país, aunque los espacios habitacionales estén repletos de “estáticas milagrosas”, el trasporte siga siendo un misterio de ajedrez y la alimentación un recurso del método
Definitivamente poner de acuerdo a los más de dos millones de habitantes de esta ciudad que amamos y padecemos es labor complicada y contradictoria, y cuya base histórica pasa lo mismo por unas esquinas famosas, una calle más corta que un cabo de tabaco o un acreditado espacio socializador para transeúntes eventuales.


Y menos mal que no nos ha dado por discutir lo único en su diversidad y lo diverso en su unidad. ¡Que si no!


viernes, 6 de noviembre de 2009

Redes sociales

FACEBOOK ES LA MATRIX
Cuando Facebook llegó a los 59 millones de miembros activos, un periodista británico1 se preguntaba: « ¿Por qué necesitaría yo un ordenador para conectar con la gente que me rodea en esta Tierra de Dios? ¿Qué hay de malo en el bar?». Para la fecha —principios de 2009— la nave proa de la llamada Red Social andaba incorporando dos millones de internautas semanales, convocados por seis sencillas palabras mágicas: ¡Regístrate! ¡Es gratis y cualquiera puede unirse!
Imposible resistirse.
Por Jorge Sariol

Carmen Inés se muestra en Facebook, curvilínea y espléndida en su desnudez, en algún litoral de este mundo. Solo tecleo las palabras mágicas y ya soy amigo de Carmen, y de paso de su nano-hilodental.
Digan lo que digan Facebook es una maravilla.
En principio, es ni más ni menos como cualquier cita social —la playa, una fiesta, una cofradía de roqueros o filatélicos. Además sirve para «establecer relaciones, enviar mensajes, realizar búsquedas y consultas, planificar eventos, añadir aplicaciones y transmitir información a través de varios canales», con la variante de ser divertido como solo lo puede su esencia multimedial. Y congrega a medio mundo se esté donde se esté. Por ese carácter globalizador que tiene la vida moderna es inexorable su avance y sólida su conquista. 
Para «conectar» no hay nada malo ni en el bar —si eres un bebedor social y no un alcohólico—, ni tampoco en Facebook, si quieres socializar; pero hacer amigos es un acto de amor que requiere más de cuatro cosas, que ni la taberna ni el tamagochi ni el universo virtual han podido sustituir.
Como la energía nuclear, un hacha o un supositorio, Facebook es un invento relevante; mal usado —usado con maldad, se entiende— puede ser, a escala, tan devastador como la energía nuclear, el hacha o el inocente supositorio.
¿Te ayuda a comunicarte y compartir tu vida con las personas que conoces? Sí. Significa compartir tu vida… en Internet, es decir —hablando en chino diáfano­—, poner quien eres en un dazibao virtual, con datos varios —gustos, preferencias, tendencias, motivaciones— e imágenes incluidas.
Desde el inicio te invitan a crear una página para alguien famoso, grupo de música o empresa; entonces la ola de fans —plagados de adolescentes mentales— del grupo Desnudos Totomoyos, hará gratis lo que ya la industria cultural haría profesionalmente —millones mediantes—, engordando en espiral una campaña mediática. Pero esta es la parte inocente de Facebook. Igual funciona para una empresa que ni siquiera entretiene y te pide que hagas un trabajo voluntario a favor de las ganancias del dueño. Y ya eso no me parece tan cándido.
Un viejo graffiti del barrio habanero de Cayo Hueso donde vivo, advierte desde una pared a todo el que pasa cerca del parque Trillo «Si no sabes, no te metas». En principio, tampoco es que Facebook sea tan inocente. Y no todos leen con atención las advertencias que la misma Red indica.

 Errante me encontré por selva oscura
Cuando te registras te piden nombre y apellidos, correo-e y la edad, y como muestra de indulgencia se preguntan —y responden a la vez por ti— «por qué y para qué hacen falta estos datos»:…«requiere que todos los usuarios proporcionen su fecha de nacimiento verdadera para fomentar la autenticidad y permitir el acceso solamente a contenido apropiado a la edad del usuario. Si quieres, puedes ocultarlos pues su uso se rige por la política de privacidad de Facebook en tu perfil (…). Los menores de 13 años de edad no deben proporcionar ningún dato personal a Facebook…». De perlas como esta las hay a montones en el texto.
«…guardamos el tipo de navegador que usas y tu dirección IP. Además, almacenamos cierta información de tu navegador usando cookies (…) puede que compartamos información sobre una cuenta u otro tipo de información si consideramos que es necesario para cumplir con la ley, para proteger nuestros intereses o propiedad. Esto podría incluir el compartir la información con otras compañías, abogados, agentes o entidades públicas (…). Cuando usas Facebook, cierta información que publicas o compartes con terceros (p. ej., un amigo o alguien de tu red), como información personal, comentarios, mensajes, fotos, vídeos, anuncios clasificados de Marketplace u otra información, puede ser compartida con otros usuarios (…). Todo el proceso de compartir información se realiza bajo tu propio riesgo. Por favor, ten presente que si revelas información —etc.…etc.…etc.—  esta (…) puede aparecer públicamente (…) Facebook puede contener enlaces a otros sitios Web2 . Obviamente, no somos responsables de las prácticas de privacidad de otros sitios de Internet (…). Los anuncios que aparecen en Facebook en ocasiones son enviados directamente a los usuarios por anunciantes externos (…). Estos anunciantes también pueden descargar cookies en tu ordenador o utilizar otras tecnologías como JavaScript e insignias de páginas Web (también conocidas como «gifs 1x1») para medir la efectividad de sus anuncios y personalizar el contenido publicitario (…) Facebook no tiene acceso ni control de las cookies que puedan ser instaladas por estos anunciantes...».
Es decir, «No, pero sí». Depende de cómo lo interpretes. En caso de reclamación, esta estrategia de Pilatos permite lavarse las manos en la palangana de la ambigüedad más resbalosa que pueda haber en el mundo.

Soy el que soy, existo luego
En Facebook, quien quiera puede reconstruirse de una identidad con “fotico” incluida —fotoshop hace maravillas—, y ser el que no eres o el que quisieras ser, o el que este mundo estandarizado y cada vez más chiquito quiere que seas. Y además te permite ser muy popular en la red y promover acciones, de izquierda a derecha, porque es rápida en la convocatoria —aunque la derecha sea fascistona y la otra, «izquierdosa e ingenuota»—, lo que ha promovido una carrera para ver quién tiene más amigos con quien socializar.
Tener muchos amigos no solo te hace famoso en Facebook. Te convierte en «influyente» incluso, y puede abrirte muchas puertas de las almas virtuales. Lo que digas puede parecer filosofía, incomprensible pero atractiva, y de ahí a verdad absoluta no hay más que un click.
Una empresa australiana llamada Unsocial, descubrió una mina de oro empresarial al comenzar a vender —no de modo simbólico ¡qué va!— paquetes de amigos, desde 1 000 por 124 euros y hasta los 5 000 amigos por 457 euros; por supuesto, inmediatamente Facebook negó toda participación al saberse la noticia, y advirtió que bloquearía las cuentas implicadas «de forma permanente». Entonces uno se pregunta la razón de tanto desatino. 
Sin embargo, por algo será que Microsoft ha comprado el 1,6% de Facebook por 240 millones de dólares. Se conocen cifras de otro gigante de la red social: Twitter3: «el 1% de los usuarios realiza el 35 % de las visitas. El 5% de los emisores escribe el 75% de los twits. Solo el 3,6% de ellos contiene información real, mientras más del 40% de los mensajes son del tipo “haciendo el sofrito“4.
Pero falta lo más complicado.

Top Secret
El análisis de las redes sociales es el deporte que más practican los servicios secretos del Primer Mundo.
Y la razón —muy buena— es la lucha contra el terrorismo. Pero sospecho que los terroristas están enterados. Saben que la Inteligencia recaba a diario un montón de datos de correos electrónicos y llamadas telefónicas celulares. Y que las redes ofrecen facilidades para relacionar, mejor que cualquier otra tecnología.
Lo cierto es que en nombre de la guerra contra el terrorismo, se hacen guerras sencillamente imperiales, y antes —muchos antes— del bombardeo de los aviones —y preferiblemente a estos—, planean con más intensidad los bombardeos mediáticos, que acuden sistemáticamente a la información de las redes sociales.
En los últimos tiempos se ha querido hacer campañas en Facebook contra los líderes populares latinoamericanos, mas han sido fallidas. Pero solo es el principio.
En el mundo virtual, en donde todo parece indicar que se harán las guerras del futuro, habrá guerreros y carne de cañón. Cuando la realidad supere la fantasía, La Matrix parecerá una anticipación, un tanto cándida, al estilo de Viaje a la Luna de Georges Méliès.
Y puede que aún así, muchos no se enteren de qué lado están.

 1 Tom Hodgkinson, periodista de investigación del The Guardian.

 2 Existe una aplicación de malware para Facebook, que envía avisos para acceder a una página fantasma (o phishing), que puede robarte datos de usuario y contraseña. Los hyperlinks de esta notificación, están dirigidos a un dominio llamado fucabook.com, donde su servidor cargará un código Javascript utilizando meta-refresco de etiquetas HTTP para extraer la página real de Facebook e incitar a la víctima a introducir su nombre de usuario y contraseña. Si compruebas el destino de los links antes de hacer click en algunos de los campos de registro de Facebook, cuando pongas el cursor encima de estos y observes la dirección a la que apunta en la barra inferior del navegador, sabrás que alguien… contigo…¡fucabook!

 3Twitter permite a sus usuarios enviar microentradas basadas en texto, denominadas «tweets», de una longitud máxima de 140 caracteres. El envío de estos mensajes se puede realizar tanto por el propio sitio Web, como por vía SMS (short message service) desde un teléfono móvil, desde programas de mensajería instantánea, o incluso desde cualquier aplicación de terceros, como puede ser…¡Facebook!. La rapidez de la comunicación es sencillamente aplastante.

 4 David de Ugarte, www.lasindias.com


viernes, 30 de octubre de 2009

Revista Temas

“Último jueves de Temas  o  Yo estaba allí, no quiero invento”.
“Último Jueves” debería ser un espacio no para corifeos ni para focas aplaudidoras, sino para gentes interesadas en el debate serio, que produzcan en el ámbito académico, comunicacional o sociocultural, acciones que sirvan de respuestas a las tantas interrogantes de este mundo.
Por Jorge Sariol.

La revista Temas, en su familiar espacio Último Jueves ―anda cumpliendo ocho años―, invitaba este 29 de octubre, a debatir «en qué medida la cultura (cubana y foránea) se ha transformado gracias a Internet y, en general, a las nuevas tecnologías de la información; las ventajas y desventajas de la "world wide web" en este sentido».
Fui como he ido otras veces, para socializar un par de preguntas y sacar en claro unas cuantas respuestas. La propuesta me movió a llevar además un pequeño texto, resultado de un debate entre socios blogueros, aunque, a decir verdad, me parecía ―fijo― que el ideo-tema de este jueves era demasiado pretencioso, a pesar de que Temas es a mi juicio una de las revistas más serias, valientes y de calibre en el debate cubano de hoy.
Los organizadores aseguraban que entre otros tópicos, «los panelistas y asistentes podrán intercambiar opiniones sobre qué significado tiene Internet en el terreno de la cultura (el arte y la literatura, las ciencias sociales y naturales, la educación superior, los medios, etc); cuáles son las causas que explican el desarrollo desigual en el uso y aprovechamiento de Internet en las distintas áreas de la cultura y el conocimiento en Cuba, y qué peso tienen los sitios web en la representación de la cultura y la realidad cubanas».
Las exposiciones de los panelistas me iban dejando con las ganas en una tarde con mucho de “observaciones empíricas”, aunque la coherencia, la pertinencia, y el rigor de Desiderio Navarro lograban mover las expectativas en cuanto a las representaciones: ciberculturidad ―o tal vez “ciber-incultura”―, el conflicto del flujo de información y contenido en Internet en un solo sentido, el lenguaje cultural y la seudo cultura en las “wiki”…  
Luego llegaron las participaciones del público; unas candorosas disfrazadas de ásperas, otras incisivas disfrazadas de ingenuas, algunas serias, otras ni fú ni fá, hasta que tomó la palabra una que llegó, dizque “burlando la persecución policial” y lo hizo bajo una peluca platinada, que realmente la hacía invisible…sólo para ella misma; sacarse el periquillo teatralmente y hacer uso de la palabra, más parecía una escena de telenovelón. 
Un bombillo de mil watts tratando de llamar la atención, no lo hubiera hecho mejor, porque lo que dijo fue un poco de boberías machaconas que poco tenían que ver con el debate y que sólo provocó el aleteo grácil de alguna foca de animatronix. Me decepcionó la tal Yoani, considerada por cierta prensa como una de las 100 personas más no-sé-que-cosa del mundo.
En los debates desapruebo el desmontaje de argumentos desacreditando al argumentador, pero en este caso ni falta que hacía. Pensé que entre tanto y tanto, algo había de haber de calibre en su discurso, o en sus maneras o en su actitud. Sólo vi a una payasita. Peor, una payasita grotesca. Y algunos colegas extranjeros se tragaron el pez, con todo y anzuelo.
¿O fueron a cenar a sabiendas?
 No sé qué será, pero algo no encajó en la comedia que vi.

Las preguntas que hubiera querido plantear, las dejo para la próxima. Tenían que ver con el lenguaje y sus nuevos escenarios. El texto sí va a continuación, en este mi blog, que para eso es mío (el blog, digo; el texto es una socialización de muchos “saberes” que asumo, y de todos modos el “nojao” es un oficio como otros.

Alguien dijo, ha poco, que nos encontrábamos “en medio de una revolución silenciosa que está modificando la forma de producir noticias y también de consumirlas. Los medios están alterando sus rutinas productivas por el impacto de intercambiar noticias y otros contenidos de manera tan sencilla como incontrolable, en un proceso que parece, por volumen e impacto, no tener límites”.
En el texto “Nosotros, el medio. Cómo las audiencias están moldeando el futuro de las noticias y la información”, sus autores escribieron sobre el llamado periodismo participativo o ciudadano, como un «movimiento de miles de usuarios de Internet que tienen un rol activo en el proceso de recolección, producción, análisis y distribución de noticias e información»
A saber, más de 100 millones de blogs hay hoy en el mundo; plataformas, como Wordpress, Bloger, Topix o Digg, brindan la posibilidad de escribir artículos, jerarquizarlos, calificarlos y compartirlos.  Ante este panorama, surgen numerosas preguntas: ¿qué está sucediendo con la profesión periodística? ¿Puede un blogger ser llamado periodista? Recién las dos Cámaras parlamentarias de USAmérica, estaban discutiendo su versión de “la Ley de Libre Circulación de Información, pero no coincidían en la definición del profesional encargado de difundir esa información y, por tanto, quién está protegido o no. Según la versión propuesta por el Congreso , el término ‘periodista’ no incluye a autores de blogs, escritores independientes o freelance, ni colaboradores”. Se dice que “Toda persona que publique información sin estar asociada a un medio de comunicación perdería la protección legal. En caso de denuncia, le pueden pedir anotaciones, documentos compartidos por una fuente, grabaciones o incluso el nombre de la persona que le ha proporcionado la información”.
Esto es en EE.UU. No en Cuba, aprecien la sutileza.
Y que conste, no estaban hablando de ética, ni de rigor profesional, ni control de la calidad, ni seriedad en la jerarquización.
Muchos se preguntan “¿Cuál es el límite entre un artículo periodístico generado por un medio tradicional y la producción de un ciudadano común que, dotado de la tecnología, es capaz de generar una historia incluso relevante, bien escrita y publicarla sin intermediación alguna?”  Imagínense cuántas respuestas habrá en círculos académicos o en medio de la rutina productiva de la “molienda”. Ya no se necesitaría de un medio tradicional para publicar, ni para ser masivo. Tampoco eso significa que medio mundo te verá.
El éxito de un blog no depende unas cuantas veces de la calidad del blogero ni del título, ni del diseño del blog, ni de la sistematicidad en subir noticias ni la trascendencia de lo que se sube. Depende del agua que como en el dominó, se le da a las fichas de intereses mediáticos, algunos bastantes espurios.
Ejemplos se sobran.
Pero la herramienta es fabulosa y tenemos que usarla nosotros, no para defendernos ―estar siempre a la defensiva me preocupa más que un P 11 a las tres de la tarde y me coarta tanto como el futuro cierre incierto del comedor obrero―, sino para estar en la ofensiva por la identidad nacional, por la cultura patria y por una visión “autofocal” que es desconocida o anda distorsionada, muchas veces por omisión.
No se trata de hacer propaganda política ya que, como se sabe, la propaganda cuando se nota que lo es, deja de ser eficiente y eficaz.
El centro de Información para la prensa CIP recién lanzó el blogcip, una plataforma cubana “hosteada” en Wordpress para que la usemos. En mi opinión es excelente trabajo de informáticos, pero necesita ser un poco más amable, es decir ser, un poco más práctica, periodísticamente hablando.
"Sin percepción correcta no hay juicio correcto" dice una máxima.
Bajo ese precepto ―es al menos el de esta bitácora―, “bloguear en cubano” será compartir ideas, información y contenido para propiciar conocimientos, para ayudar a entender la complejísima ―y por tal razón, también rica― realidad cubana de hoy.
Como la comunicación es un acto social, es por tanto también esencialmente un hecho ideológico.
De eso se trata en el tema blogs cubanos
Que cada cual capte lo que pueda.


martes, 20 de octubre de 2009

Cultura de Masas

¿Dime qué consumes?...
Una de las definiciones más aceptadas de «consumo cultural», es la que enfoca al consumo que se hace de los bienes y servicios cuya valía simbólica es mayor a su valor de uso. Ambos son estimados “no por su capacidad de satisfacer necesidades materiales, sino por la evaluación que los individuos hacen de los contenidos que presuponen los muchos formatos contemporáneos”. Algunos han analizado al consumo cultural también como un proceso ritual.
En su asimilación intervienen muchos factores; en un extremo la industria cultural, y en el ínterin, la promoción.
El Periodismo es ese raro espécimen que a la vez es promotor y producto del consumo cultural.
Por Jorge Sariol
Si es cierto que el mundo ha abandonado la sociedad basada en la producción y la política, para vivir en la sociedad sustentada en la comunicación y el consumo, es comprensible la necesidad de saber qué, cómo y cuánto consumimos culturalmente. Es decir, cuáles y para qué asimilamos las expresiones de la cultura popular, las manifestaciones artístico-literarias, los medios de comunicación masiva y todo aquello que tenga un significado espiritual para las personas en la vida, desde un parque, una calle, hasta una asociación por intereses grupales, todos como parte de la realidad social.
Enunciada y definida por los pensadores de la Escuela de Frankfurt —fundada a principios de 1923—, la industria cultural se interpretaba como «un conjunto de ramas, segmentos y actividades auxiliares industriales productoras y distribuidoras de mercancías con contenidos simbólicos, concebidas por un trabajo creativo, organizadas por un capital que se valoriza y destinadas finalmente a los mercados de consumo con una función de reproducción ideológica y social».
Con la expansión del mercado cultural apareció la llamada cultura de masas y en el afán de estudiar públicos, consumo y recepción de bienes culturales, echaron manos también a los medios de comunicación buscando socializar la mayor cantidad de información-contenido y de conseguir mayor rapidez y amplitud en su difusión, aunque el objetivo sea manipulador.
Así, la imagen de Mikey Mouse, usar una camiseta del Barça, comprarse un disco de la Sinfónica de Nueva York, adorar las telenovelas ―hasta confundir realidad con fantasía―, o asumir como paradigma un personaje tipo como Yarini son parte de un mismo fenómeno.

Aterrizaje forzoso
El paradigma cubano, siempre contrapuesto a patrones culturales estandarizados del primer mundo, hoy se resiente ante la invasión, más por razones económicas que por postulados estéticos. Algunos investigadores han llegado a preguntarse si el consumo cultural en la población cubana actual, implica diferenciación o desigualdad.
Si el Periodismo no ha sido precisamente inocente en este juego de poder, entonces por el Periodismo debían comenzar las indagaciones. En un encuentro entre periodistas convocado por Alma Mater las opiniones tomaron rumbos divergentes: «Si vamos a dar lo que mucha gente quiere, vamos a terminar por ofrecer programas con los elementos más epidérmicos de los shows de la televisión más comercialmente morbosa» «Cuidado en poner en tercer lugar el entretenimiento aunque lo principal sea representar al destinatario». «Es fácil decir “hay que dar jerarquización a la cultura de alto vuelo”, pero quién decide qué es y qué no es, y bajo qué criterios» «Si no debemos renunciar a nada, tampoco podemos explotar los recursos de enganches fáciles» «No podemos pretender que todo el mundo asimile Paradiso; el enriquecimiento espiritual de las personas es una aventura, donde cada quien tiene responsabilidades individuales que cumplir» «Tenemos una propuesta estética mala» «Las mediaciones deben respetar el pensamiento creativo» «La manipulación existe entre nosotros, y muchas veces mal hecha» «No hay nada bueno ni nada malo, en tanto no se llegue a esquematizar el pensamiento» «Desde los medios vemos todavía al receptor casi reducido a un mero receptáculo; en la web esto cambia. En Cuba precisamos recordar las tres misiones importantes del Periodismo: informar...educar...entretener» «Hoy muchos jóvenes no están preparados —no los hemos preparados— para ver cine, y TV mucho menos» «Educar para que aprendan a ver críticamente» «El Periodismo necesita buenos procesos de investigación, eso nunca se debe obviar, pero hay que replantearse los modos; lo alternativo sí, pero es un concepto muy complicado y hay que definirlo para que no quede como palabras bonitas».
¿Quién-dijo-qué-a-quién-por cuál canal?
Esta ecuación cuasi perfecta de la comunicación social —y por consiguiente del Periodismo— sirve para repensar los modos en el análisis del consumo cultural.
En Cuba donde el concepto tuvo siempre sentido no solo sociocultural, sino político —es decir estratégico—, existe hoy un campo de acción diferente; ante las desigualdades en las oportunidades que hoy muestra en su acceso a los mismos, y ante la imposibilidad de ofrecer mayor variedad, hay que reforzar los modos —es decir, la táctica—, no para moldear gustos o promover aceptación, sino para despertar sentido crítico a la hora de evaluar las propuestas a consumir.
Los estudios han sido pocos y con visiones parciales, o no se socializan de modo pertinente. Una investigación de 1998 denotaba una preferencia ante la TV de 87.5%; la radio, 82.7%; las películas, 63.4%, y leer la prensa —revistas y periódicos—, de un 51.3%.
La mitad no es una cifra precisamente despreciable. Y el Periodismo entra en el juego de la mayoría de los medios.
Es, en consecuencia, una fuerza formidable. Pero si el Periodismo es algo demasiado serio para dejarlo sólo en manos de los periodistas, como gustan decir los que desde él toman decisiones extra-periodísticas, también es cierto que en esta «guerra de pensamiento que se nos hace», la solución es llegar primero a la cultura del diálogo, para llegar al imprescindible debate cultural, sustentado en el desarrollo a partir del análisis de las contradicciones.
Ciertamente, en el Periodismo y en los medios en general existe algo llamado responsabilidad social, y en el caso de su vertiente cultural no puede ser solo informativo; para ello precisa de buen background cultural de quien lo hace, para no ofrecer opiniones del gusto personal como si fueran valoraciones estéticas.
Sin embargo, la responsabilidad individual de cada quien es al fin y al cabo la definitiva.
Dime qué consumes culturalmente y te diré quién eres socialmente.
Dime cómo y cuánto lo consumes y te diré más; serás un ser íntegro o solo un humano unidimensional en una sociedad en 3D.

lunes, 12 de octubre de 2009

Cuba: crisis de los misiles

 Evolución de octubre
Mis mayores siempre hablaban de octubre como el mes de las angustias: desaparición de Camilo, el ciclón Flora, la muerte del Che… luego corroboraría  el aserto con visión propia  cuando en el décimo mes de 1976 una bomba terrorista derribaría en pleno vuelo  un avión cubano repleto de jóvenes más o menos de mi edad. Sin embargo, de todos los octubres, el del año 62 fue el más inquietante y no solo para los cubanos: el mundo estuvo al borde de la tercera guerra mundial, en medio de la llamada Crisis de los Misiles.

El 27 octubre de 2008 un portavoz militar ruso, declaraba que una delegación iría a Cuba entre otras muchas cosas a examinar el estado de los medios de combate, formular recomendaciones para reparar los equipos de baja y aclarar suministros de las piezas de repuesto.
La noticia pareció delirante a unos cuantos pues solo siete años antes —también en octubre, 2001— Rusia, sin previo aviso, cortó su último nexo militar con Cuba, cerrando de un plumazo1 uno de los santuarios más famosos de la «inteligencia» soviética: el Centro de Exploración Radioelectrónica, conocido como la Base de Lourdes, montada como respuesta rusa a la Guerra Fría, y poco después de solucionarse tibiamente la llamada crisis de los misiles. La estación podía recoger señales electrónicas a mil millas de distancia, y proporcionaba el 75 por ciento de las informaciones estratégicas militares.
Llevársela de Cuba fue un golpe para la Isla. Tanto como la retirada de los cohetes 39 años antes, cuando la Crisis de Octubre; pero ahora Fidel reinterpretaba el hecho y propuso construir en el mismo sitio, con la salida del último militar ruso, la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) un santuario de la inteligencia computacional cubana.
                                                                                            
¿Hoy como ayer? 
En ese mismo octubre en que los rusos intentaban rescatar el terreno  perdido2,  moría en un asilo de ancianos de Florida el piloto militar Richard Stephen Heyser, teniente coronel retirado, quien tripulando un avión espía U-2, la mañana de domingo del 14 de octubre de 1962 tomó las primeras fotos de emplazamientos estratégicos soviéticos en territorio cubano. ¿Qué hubiera pensado el militar norteamericano ante los vaivenes de la política mundial 47 años después? ¿Qué pensará Iván Minovich Guerchenov, oficial a cargo del grupo coheteril antiaéreo soviético establecido en el poblado de Banes —Holguín—, y que trece días después del vuelo de Heyser, pronunció la orden que a las diez y diecisiete de la mañana  —27 de octubre—, derribaría el U-2 en que volaba el mayor norteamericano Rudolf  Anderson?3. ¿Qué hubiera pensado el mismo Anderson de haber sobrevivido? 
Sin embargo, es posible saber lo que piensa el teniente coronel retirado cubano Rubén G. Jiménez Gómez, entonces estudiante de Ingeniería Mecánica. Seis días antes de aquel instante supo, mientras veía una película en el cine La Rampa que el país entraba en alarma de combate y salió en busca del Batallón Universitario de las Milicias Nacionales Revolucionarias.
«Desmantelar la base radioeléctrica fue una “pendejada” de los rusos —dice—, me sentí decepcionado; tanto, como en el 62, cuando vi irse los barcos con los cohetes en la misma cubierta.»
Aunque entonces era un universitario impetuoso y ahora es un viejo oficial retirado, Rubén recuerda con nitidez y valora con dureza: «la Base de Lourdes, en mi opinión, hubiera sido instalada con crisis o sin ella, porque iba a haber guerra fría de todos modos, guerra que no ha acabado. Llevarse los cohetes sin presionar a los norteamericanos fue una debilidad que hubiera evitado muchas cosas».
                                                                                                                           10…9…8…7…6…

La vida de Rubén cambiaría en un giro de 180 grados como les sucedió a muchos cubanos luego de ese octubre. «No hubo conflicto interno en mí», advierte este hombre que ha publicado dos libros relacionados con su vida militar y prepara otros.
«Todo lo hice a conciencia, aunque muchas cosas fueron muy difíciles en lo personal; venían desde mucho antes de estar aquella tarde de octubre admirando en la pantalla las tetas de Brigit Bardot, en Armas de Mujer», dice ahora divertido.
Rubén tenía sólo 18 años, terminado el bachillerato, y había recibido una beca para estudiar Ingeniería Mecánica. «Cuando se interrumpe la película y se anuncia el comunicado, unos cuantos —los que éramos milicianos— salimos del cine, pero otros se quedaron tranquilos y continuó la proyección, porque constantemente se producían tales movilizaciones».
Pero Rubén intuyó que se trataba de un asunto más grave, y lo confirmó en 12 y Malecón, pasadas las siete. «La beca era un revuelo…sobraba gente —recuerda— y pedían armar otro batallón». De ahí salieron para el entonces Palacio de Cortina, hoy Casa de la FEU, donde radicaba el Batallón Universitario. Recogió el FAL que le tocaba como fusilero de un pelotón. Luego de una concentración en el Stadium Universitario partieron en camiones, unos para la zona de El Chico, otros para Managua; a él le tocó el grupo que fue a abrir trincheras en las Lomas del Esperón, en el poblado de Caimito del Guayabal. «Al llegar oímos rumores de que estaban emplazados unos cohetes con poder, llamado “los cabezones”, algo que se había comentado pero sin certeza. No había inquietud. Teníamos la convicción de que si se “formaba”, no habría nada más después, pero la mayoría andaba alegre, porque por fin, luego de cuatro años de agresiones impunes, íbamos a responder.
«Allí pasamos los días de la crisis y la tensión. Tuvimos frío, hambre...no recuerdo haber comido —ni antes ni después— tanta calabaza hervida con algo de carne enlatada. A nuestras trincheras llegaban soldados soviéticos, muy amistosos, jóvenes como nosotros, y por señas nos pedían intercambiar cigarros, ron, ropas… Entonces no lo sabíamos, pero las lomas no había nada; se preparaba el terreno para los cohetes R-14, que nunca llegaron; si acaso habría un emplazamiento de los famosos Lunas, de corto alcance».
Y entonces vino el desenlace. 

 Una vida por delante
Poco después la agrupación universitaria fue trasladada hacia la zona de Quiebrahacha, un poco más allá del Mariel, para asegurar la defensa antidesembarco. «Allí vimos salir  barcos rusos con lo que se suponía eran R-12, de alcance medio, y  R-14, de alcance intermedio. La desilusión fue enorme, y más aún cuando se hizo público que el acuerdo de no agredir a Cuba fue verbal».
Luego llegó el regreso a las aulas y tiempos de hacer trabajo voluntario en lo que sería la CUJAE. En marzo las Fuerzas Armadas pidieron voluntarios para prepararse como ingenieros y asimilar el armamento que los soviéticos mandarían… «Mi vida dio otro giro, pero en la decisión tampoco hubo conflicto —asegura Rubén— lo decidí fácil aquel 12 de mayo —día de las madres—, cuando nos convocaron a la antigua Plaza Cadena, hoy Ignacio Agramonte. Salimos en el primer grupo rumbo al llamado 5to distrito, allá por Luyanó, para una previa de 15 días. Después nos distribuyeron por varias zonas, algunos por las instalaciones de los FKR-1 Alados ―tierra-tierra―, de corto alcance; otros para la fuerza aérea, para asimilar los MIG 21; varios para las fuerzas radio-técnicas o para las lanchas coheteras. A mí me tocó en San Julián, en donde había cohetes antiaéreos».
Pero el armamento se hizo más moderno y complicado. Los soviéticos los traían a granel y seleccionaron a un grupo para estudiar ingeniería militar en la URSS.
«Se creyó que como éramos universitarios sería más fácil y lo haríamos en tres años» —Rubén lo dice con una carcajada. «Conclusión: para terminar la Escuela Superior de Ingeniería Coheteril Antiaérea de Minsk necesitamos cuatro durísimos cursos. De los siete nos graduamos seis y tres obtuvimos medalla de oro. Allí conocí a Gueorgui Alekseeivich Voronkov, el subdirector, quien fue jefe de la división antiaérea que derribó al U2 de Anderson4».
Rubén fue del primer grupo de ingenieros militares graduados que regresó en julio del 68, pero a él lo enviaron directamente para el Instituto Técnico Militar (ITM) José Martí, como Jefe de Cátedra de Tropas Coheteriles Antiaérea. «Eso fue un cubo de agua fría porque yo quería estar, no en la docencia, sino en acción, incluso me brindé para ir a Vietnam; pero no fue hasta el 72 que logré integrarme a la Brigada de Cohetes Antiaéreo en Bejucal, justo en la loma donde estuvo la llamada Ciudad de los Niños, del Padre Testé, y también la jefatura soviética de la división estratégica cuando la crisis».
 Luego en el 76 Rubén pasó al Estado Mayor de la DAAFAR como sustituto del ingeniero principal y en el 87 fue a Angola. Su esposa guarda las cartas que le escribió desde las caravanas. «De eso salió un libro: Al Sur de Angola (memoria de un soldado que no combatió),  y que próximamente tendrá una reedición. Al regreso, con más de 25 años de servicio me jubilé. Hago ahora para las FAR traducciones técnicas del ruso al español —de eso vivo, además de mi retiro— y de vez en vez me dedico a escribir libros, como Octubre de 1962. La Mayor Crisis de la Era Nuclear».

1 En julio del 2000, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó un proyecto de ley, sufragado por Ileana Ros-Lehtinen, contra toda idea de suavizar la deuda externa de Rusia si antes no cerraban la Base de Lourdes.
2 Un tratado entre Praga y Washington en julio de 2008, resultó un potente «electroshock» a la tranquilidad rusa. EE.UU. acordó con la República Checa la instalación de un radar del escudo antimisiles estadounidense alrededor de Rusia.
3 Al traslado del cadáver de Anderson, desde Holguín hacia Santiago de Cuba, se le llamó en broma operación Cocacola, cuya doble paradoja ya era, Per se, macabra. Para mayor discreción no usaron ambulancia ni carro fúnebre; se hizo en una furgoneta roja con el emblema de la refresquera norteamericana de la que quedaba poco en Cuba (Crisis de Octubre: alarma de combate/ pp160).
4 Cuenta Rubén en su libro que Guerchenov para disparar los cohetes debía pedir autorización reglamentaria a las instancias superiores, que incluía en la cadena de mando a Voronkov como jefe de la división y a Issai Pliev, el jefe máximo de la agrupación en Cuba. Y este llamaría a Moscú. Las ordenanzas indicaban que si se cortaban las comunicaciones, el jefe del grupo coheteril debía decidir. Guerchenov confesaría después que las comunicaciones funcionaban perfectamente cuando ordenó destruir... con dos semipredicción… ritmo 10… 30-24… pero reportó en el informe que estaban interruptas. Voronkov —por si acaso— ordenó redactar una orden de arresto y otra de propuesta para condecorarlo. «Harto estábamos ya de tanto descaro», pensaría el primero, «Interpretó el sentir de todos», dijo el segundo. (Octubre de 1962. La Mayor Crisis de la Era Nuclear/ pp. 279).



domingo, 11 de octubre de 2009

El Jumbo que no llegó

Bloomberg y Ban Ki-moon, entre los invitados de la Filarmónica de NY a los que EEUU les negó el permiso para viajar a La Habana
(Noticia tomada de Habanaenlínea, la Web de Radio Ciudad de la Habana,  94,9 FM - 8,20 AM 

Ban Ki-moon y Michael Bloomber.
La Habana-. La revista mexicana Proceso asegura en su edición de hoy que el alcalde por Nueva York, Michael Bloomberg, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se encontraban en la lista de los invitados de la Filarmónica de Nueva York que venían en “el Jumbo de la empresa Boeing, con capacidad para cerca de 400 pasajeros que debió arribar el pasado 27 de septiembre al aeropuerto “José Martí” de la Habana, procedente del aeropuerto John F. Kennedy”.
El gobierno de Barack Obama evitó que el viaje y presentación en territorio cubano de la Filarmónica de Nueva York “abriera un boquete a las legislaciones y regulaciones vigentes que sustentan, desde hace 47 años, el bloqueo comercial, económico y financiero contra Cuba”, afirma el periodista Juan Balboa, de Proceso.
“Presionados por congresistas cubano-americanos, y temerosos de que su reforma al sistema de Salud sea contaminada por su política aperturista hacia Cuba, los Departamentos de Estado y del Tesoro decidieron no otorgar permiso a los 150 patrocinadores del viaje de la Sinfónica a La Habana, entre ellos empresarios, artistas, políticos y comunicadores estadounidenses”, afirma la revista mexicana.
Proceso asegura que fuentes diplomática dijeron a la revista que “el influyente senador por New Jersey, Bob Menéndez, y los congresistas de Florida, Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen, presionaron durante agosto y septiembre al gobierno de Obama para evitar que se organizara en la isla ‘el segundo espectáculo político-musical”.
El Jumbo que no llegó
En el Jumbo viajarían 350 estadounidenses, 150 de los cuales habían aportado 10 mil dólares cada uno para que el histórico viaje se realizara. En total, la inversión sería de poco más de un millón 500 mil dólares. Se trataba del grupo de estadounidenses más numeroso que arribaría a la isla en 50 años, según confirmaron fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba a Proceso.
Zarin Mehta, presidente y director ejecutivo de la Filarmónica de Nueva York, encabezaba el primer grupo, integrado por casi 150 músicos, técnicos y funcionarios de la prestigiada institución musical.
Todos los integrantes de la Filarmónica recibieron la autorización del Departamento del Tesoro para viajar a la isla. Junto a ellos se transportarían toneladas de instrumentos musicales, equipos de luz y sonido, así como pantallas gigantes.
“El alcalde por Nueva York, Michael Bloomberg, estaba en el segundo grupo de cerca de 50 personalidades de la política, que incluía a senadores, gobernadores y prestigiados comunicadores estadounidenses de por lo menos cuatro estados, incluyendo Nueva York, que hacían gestiones para viajar en la delegación”, añade la revista, que asugra que “el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se encontraba dentro de la lista”.
Sin embargo, el Departamento del Tesoro negó las visas a los 150  patrocinadores de la Filarmónica de Nueva York, con lo que las presiones del senador cubano-americano Bob Menéndez lograron su objetivo.
La Filarmónica iniciará su gira internacional conocida como “Horizontes asiáticos”. Visitará Hanoi, Singapur, Al Ain, Abu Dhabi, Seúl y Tokio. Pero La Habana no aparece ya en sus destinos.
“Así, la política de apertura de la administración Barack Obama hacia Cuba sufrió el primer golpe”, concluye Proceso.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Manu Chao otra vez en La Habana

Manu Chao se presentará este viernes en la escalinata de la Universidad de La Habana,en un concierto homenaje al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara.

Por Jorge Sariol

Manu Chao es un artista beligerante.

 Más allá de su desempeño escénico o su trabajo como compositor y músico, su actitud ante la vida lo identifica con la visión altermundista de los que son coherentes con lo que dicen y hacen.
 
 Algunos medios de comunicación intentan suavizar su imagen constestaria e irreverente, y lo etiquetan como el Bob Marley europeo, aplaudiendo su forma de asumir los ritmos caribeños con un sonido anglosajón más agresivo; los que solo ven al rebelde sin ver la causas —y aún menos, los efectos— aplauden sus modos intempestivos de ser y estar, y saltan y gritan en sus conciertos sin dar contenido a su trabajo.  

  Su discografía —incluyendo su trabajo con Mano Negra, hasta lo más actual— es expresión del tránsito de sus opiniones y sus propuestas estéticas.
   
Y de eso se trató su paso por Cuba en 2006, cuando actuó en la Tribuna Antiimperialista José Martí, junto a su banda Radio Bemba Sound System.
   
Entonces Manu Chao ―José Manuel Thomas Arthur Chao― y su banda coparon las salidas de los tweeters de la amplificación local en la Tribuna Antiimperialista José Martí de la capital cubana. 
La presentación fue alta en decibeles y en atmósfera  vital.                                                                                                              
  Y seguramente será la esencia de la propuesta con que vuelve ahora.
   El autor de Me gustas tú y Bixo es un creador  y la agrupación Radio Bemba Sound  System no es un complemento en la proyección del cantante hispano-francés; es parte esencial de un empeño para nada fortuito, sino pensado para hacerse oír en medio de tanta música insulsa y repetitiva.                                                                                                   
  Pero un concierto, al aire libre, en un espacio inmensamente abierto y ante un montón de jóvenes cubanos llenos de vitalidad, ansiosos por recibirlo, es otra cosa, imposible de constituirse en una antología.                                                                                                                                                                                 
 La crítica lo considera uno de los “mejores exponentes de la música alternativa de los últimos tiempos”. El 14 de septiembre último puso a la venta su más reciente trabajo, Baioanera, un CD-DVD con el concierto en vivo ofrecido en Baiona, en el suroeste de Francia.
Pero su valía no está solo en su producción.

 La coherencia del artista hace de su creación arte doblemente valioso:   ser y estar es la otra parte del equilibrio.

viernes, 2 de octubre de 2009

Gen sano en cuerpo sano

En los últimos años varios estudios genéticos han proyectado mapas de las migraciones humanas desde los orígenes mas antiguos posibles, a partir del análisis del ADN mitocondrial, propio de las mujeres, y del cromosoma Y, característico de los hombres. Uno de ellos ha sido promovido por Internet en una convocatoria a la que podía accederse pagando algo más de cien dólares; entonces se obtenía, a vuelta de correos un expediente con clave secreta, dos tubos de ensayo para mandar muestras de tejido de la persona y un DVD explicativo.
Por Jorge Sariol

Por ese afán humano de saber quiénes somos y de dónde venimos, para saber hacia dónde vamos, es que tales estudios avanzan vertiginosamente —análisis de genes y… cheque mediante—, hacia el origen de nuestros ancestros y por cuáles «largos y tortuosos caminos» han llegado hasta el III milenio.
¿Seremos los cubanos «otros», más de lo que pensamos?
La respuesta, que parece convertirse en lugar común, ya la había enunciado don Fernando Ortiz, cuando habló del ajiaco de culturas e identidades en el que se fraguó nuestra nacionalidad, como es también ya un lugar común aquello de que el que no tiene de congo porque a la luz del análisis del genoma humano, la verdad es mucho más compleja de lo que la frase dice.

Del caviar al ajiaco y de la paella al congrí.
¿Será cierto que los genes asiáticos que persisten en algunos cubanos son de cromosomas Y, en razón de que a esta Isla llegaron solo hombres del Celeste Imperio? ¿Será igualmente cierto que la impronta indocubana presente aún entre nosotros es mitocondrial, en razón de que los aborígenes hombres murieron casi todos reventados de trabajar o cazados como animales en las rancherías, y las mujeres, dedicadas a la servidumbre, eran pasto de las camas de los encomenderos?
Las respuestas están a la vuelta de la esquina, pero, hoy por hoy, otros son los rumbos de las investigaciones cubanas.
Ante un numeroso grupo de médicos, biólogos, antropólogos, historiadores y comunicadores sociales, la doctora en Ciencias Médicas Beatriz Marcheco Teruel, una experta cubana en ADN, ofrecía varias pistas resultado de un estudio —que aún no concluyó—, profundo y revelador en más de un detalle que se daba por descontado.
La investigación —inédita en Cuba— se titula Estudio sobre la estructura genética de la población cubana. Mapeo de mestizaje utilizando marcadores informativos para el origen ancestral en 600 individuos cubanos. Relación del origen ancestral con otros marcadores biológicos y riesgo de enfermedades.
«No estábamos buscando estudiar la estructura genética de la población cubana —dijo la científica—, pero entramos en este terreno como parte de una de las vertientes del proyecto para el análisis de riesgo ante algunas enfermedades».
La Dra. Marcheco Teruel1 directora del Centro Nacional de Genética Médica (CNGM) de Cuba, apoyó su disertación en datos irrefutables: «una parte de la investigación comenzó con los llamados marcadores informativos para el origen ancestral, en 600 individuos de los tres mil que se estudiaron. Se escogieron 60 marcadores para el “genotipaje” del origen ancestral —y existen millones de marcadores SNP disponibles 2—; fueron analizados por nuestros investigadores, del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y del Instituto de Psiquiatría, de Londres».
Desde el punto de vista epidemiológico el estudio analizó cerca de mil variables: alimentación, medidas antropométricas, educación, nivel socioeconómico, hemoglobina, hematocrito, y tensión arterial, entre otros.
La culpa de todo la tiene el… alelo 3
«La estrategia utilizada —explicó la joven investigadora— se basó en el método de mapeo de mestizaje asentado en el desequilibrio de ligamiento, que es cuando el flujo de genes que tiene lugar durante la mezcla de las poblaciones originarias, genera temporalmente largos bloques de haplotipos, que incluyen variables polimórficas. En la población africana, considerada madre de la humanidad, esos bloques son más pequeños, de una longitud promedio de 7,3 kilobases. Así, los llamados polimorfismos genéticos —variantes del genoma que aparecen por mutaciones en algunos individuos—, pueden establecer una relación entre alelos específicos —según esas variantes—, y la susceptibilidad genética de algunos pueblos para padecer determinadas enfermedades o exhibir incluso determinados rasgos que tienen que ver con la conducta».
Entre esos múltiples padecimientos posibles están el Gaucher y el Tays Sachs, entre judíos asquenazíes (oriundos de Europa central y oriental); la Salla, al nordeste de Finlandia, y la Sicklemia.

El equipo obtuvo una inmensa tabla con el genotipo para 60 marcadores, lista para hacer un montón de estudios. Según los primeros resultados, el alelo ApoE-4 se asoció significativamente al riesgo incrementado de padecer demencia. En individuos en los que predomina el origen ancestral africano la presencia del alelo ApoE-4 es, según su frecuencia alélica, de un 70 %.

«En Cuba —asegura la Dra. Beatriz—, cuando se tiene al menos un alelo 4, se tiene 1, 9 veces más riesgo de desarrollar demencia. Para el estudio se “genotipó” el gen de la apolipoproteína E, que tiene que ver con el transporte de colesterol en sangre: 1,6 veces más riesgos. Para un sistema de salud como el nuestro, preventivo y de accionar social ante riesgos, esto tiene mucha importancia».

En las perspectivas de la investigadora —y en las de muchos expertos en el tema— el estudio se hará algún día con toda la población cubana, empeño en el que deberán estar médicos de familia, clínicos, enfermeras, genetistas, biólogos moleculares, psicólogos, psiquiatras, epidemiólogos, matemáticos, antropólogos, comunicadores sociales e historiadores».
De la muestra de los casi 531 individuos finales estudiados para determinadas enfermedades, la proporción de genes de origen caucásico (europeo) fue de 73,8 por ciento; la de origen africano fue de un 16, 8 y de origen indoamericano 9,4 por ciento, alta teniendo en cuenta lo sucedido con nuestros aborígenes.

Según la investigación cubana, en 368 individuos de piel blanca, la proporción de genes de origen europeo iban desde un 24 hasta un 98,7 por ciento. En cambio en la proporción de origen africano, individuos de piel blanca tenían una proporción de genes de origen africanos desde un 0,7 hasta un 72,7. En el caso de 101 individuos de piel negra esta variación en los orígenes ancestrales europeos fue de un 12,3 por ciento a ¡98,7!, y de origen africano, de un 0,7 a un 86,8 por ciento, menos que en los individuos de piel blanca. En esta muestra, 69 individuos fueron catalogados como mestizos y la proporción de origen europeo iba de 19,6 a un 96,9 y de origen africano de un 2,4 a un 70,2 por ciento.
Se dice que tal enfermedad es propia de tal raza, pero ¿existen las razas? ¿Quién es quién a la luz del genoma humano?




1 Graduada en Medicina en 1994, especialista de segundo grado en Genética Clínica, profesora auxiliar del ISCM de La Habana, miembro del grupo de trabajo para el proyecto del genoma humano del MINSAP, y presidenta del comité editorial de la Revista Cubana de Genética Comunitaria.
2 SNP (Single Nucleotide Polimorphism) polimorfismo nucleótido de simple cadena.
3 Los humanos tenemos 46 cromosomas o 23 pares en cada célula. Dos de ellos corresponden a los alelos sexuales: para la mujer xx y para el hombre xy. Los cromosomas se forman por agrupación de genes, que se sitúa en un lugar específico del cromosoma. Un gen es la unidad básica de herencia de los seres vivos, y son considerados como la unidad de almacenamiento de información y unidad de herencia al transmitir esa información. Los genes pueden aparecer en versiones diferentes, con variaciones pequeñas en su secuencia, denominadas alelos. Un alelo es el gen que ocupa el mismo lugar en dos cromosomas homólogos y que tiene la misma función, pero diferentes efectos. Los alelos pueden ser dominantes o recesivos. Cada alelo está formado por dos letras (mm). Los alelos dominantes se representan con una letra mayúscula (M). Para que el carácter tenga la información del alelo dominante debe estar formado por una letra mayúscula y una minúscula (M/m), o por dos mayúsculas (M/M). Los alelos recesivos se escriben con minúscula (m) y para que estos tengan su información deben estar formados por dos letras minúsculas (m/m).
En 1972 se descubrió en el Valle del Rift (África oriental) un esqueleto de australopiteco, de cuatro a cinco millones de años de antigüedad con una estructura ósea casi completa, de 107 cm de altura, que entre otros muchos rasgos «humanos», tenía faringe que comunicaba la boca con los pulmones (caja de resonancia), lo que después haría posible el hablar. Al esqueleto se le llamó Lucy, como el personaje de la canción Lucy in the sky with diamond, de los Beatles. Lucy… ha servido de base para el estudio del origen de la «humanidad». Sicklemia: es una anemia hemolítica severa, hereditaria y con alto índice de mortalidad. Entre las denominaciones más conocidas están: anemia por hematíes falciformes, anemia de células falciformes, drepanocitosis, anemia drepanocítica, falcemia y hemoglobinopatías SS y SC. En Cuba son frecuentes las formas homocigóticas SS y la SC. La enfermedad no tiene tratamiento específico como tal y el actual va dirigido a resolver las manifestaciones clínicas y a educar al paciente y sus familiares en la prevención de episodios de crisis y complicaciones.