El mundo no es un caos, pero a ratos lo parece.
La ISO 9001-2015, es la más actual versión herramienta
global de medición de la calidad. Dada a conocer hace algo más de
un año, más que productos o servicios, anda concertando gestiones y
afinando procesos. Y no cree en lágrimas. Por lo pronto, si se quiere ser
competitivo, y esto va con todo —ciencia y tecnología incluidas— habrá que
ajustarse sin remedio a normas internacionales
La fórmula I+D+i —investigación más desarrollo más
innovación—, con la velocidad vertiginosa de los cambios tecnológicos, parece
descuadernarse en el tránsito por el abrupto camino de la globalización.
Sucede que si a la ciencia y a la tecnología le es inherente
la investigación, el desarrollo es una noción de la que se ha adueñado el
universo económico-financiero. La innovación, en cambio, es parte y parte.
Sin embargo, cuando el cabecilla es don Dinero y el secuaz
un tal Mercado, todo acaba donde empieza.
Y en la carrera a por más, los niveles se estandarizan. Se
norma hasta la exquisitez. El mundo se
autorregula. Y aplaude. Hay consenso —dicen— y todos son escuchados.
¿Será?
Con todo, el mundo es un caos: se reciclan los conflictos
políticos, religiosos sociales y
laborales. Se desbanda la explotación excesiva de recursos naturales; crece sin
control la agroindustria y los impactos negativos en el ambiente aparecen una y
otra vez.
Se asegura que a partir de las cumbres de Rio de Janeiro,
despertaron las conciencias y también mediante ISO se intenta enfrentar la situación.
El mundo será un caos, ciertamente, pero un caos organizado.
ISO es «la Biblia» y al parecer consigue lo que la Onu no ha podido.
Algo sigue constante: la regla la ponen los poderosos.
El conocimiento es
recurso.
La ISO 9001 —versión 2015— pretende —¿solo pretende?— ayudar
a las empresas y a las organizaciones. Todo cabría en la gestión de la calidad,
desde la inocuidad de los alimentos al
análisis de riesgos medioambientales (ISO 14001:2015), gestión de la energía
(ISO 50001) e incluso gestión de la
seguridad y la salud en el trabajo (ISO 45001).
La herramienta, en un largo documento, intenta estabilidad
en los requisitos por una década o más; ansía aplicabilidad de la norma para
todo tipo y tamaño de organizaciones; quiere actualidad sobre la gestión eficaz
de los procesos; desea apreciación de los cambios en las praxis y en la
tecnología aplicable en los sistemas de gestión de la calidad. Ambiciona
reflejar los cambios en los entornos en los que las organizaciones operan —cada
vez más complejos, exigentes y dinámicos—; pretende emplear lenguaje simplificado
y estilos de redacción que ayuden a su comprensión y a la interpretación
consistente de los requisitos impuestos por las normas.
Desde septiembre del 2015 a septiembre del 2018 habrá un
periodo de transición de tres años para certificar organizaciones según la ISO
9001-2015. Después de septiembre de 2018 las certificaciones a la edición de la
ISO 9001- 2008 ya no serán válidas.
Bien mirado, el mundo no es un caos.
La
Organización Internacional de Normalización (ISO) —independiente y
No-gubernamental— está formada por organizaciones de 164 países miembros y se
encarga de la creación de estándares internacionales. Su sede está en
Ginebra, Suiza.
Fundada el 23 de febrero de 1947, promueve el uso de
estándares propietarios, industriales y comerciales a nivel mundial, aunque
en realidad termine imponiéndolos.
Fue una de las primeras organizaciones a las que se le
concedió estatus consultivo general en el Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas.
Muchos creen que la organización adoptó ISO como sus
siglas del griego isos —igual—, pero los fundadores nunca lo confirmaron.
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La OHSAS (Occupational
Health and Safely Assessment Series), es la encargada de establecer los
mínimos requisitos para implementar las mejores prácticas en gestión de Salud
y Seguridad en el Trabajo. En esencia, aseguran que su implementación:
• Genera motivación moral.
• Genera reducción de costos, al prevenir accidentes.
• Propicia un lugar de trabajo mucho más seguro y saludable.
• Genera confianza en los accionistas de la empresa u
organización.
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La HACCP (Hazard
Analysis Critical Control Point) es la herramienta para evaluar y
controlar peligros en la cadena alimentaria. Se basa en establecer sistemas
de control centrados en la prevención de dichos peligros en cualquier fase de
la cadena, desde el productor, hasta el consumidor final.
Los tres idiomas oficiales de ISO son inglés, francés y
ruso. El arraigado español y el emergente chino andan peleando su inclusión.
En informática, con rara excepción, estándares ISO no
están disponibles gratuitamente. Y el coste ha sido visto por algunos
sectores como demasiado elevado para proyectos pequeños de software de código
abierto.
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