Integración y cooperación para la
sostenibilidad
En La
Habana XII Convención Medioambiente y Desarrollo.
La XII
Convención Medioambiente y Desarrollo por estos días tiene en La Habana, tiempo
y lugar[1] para el encuentro de académico
y científicos de los ámbitos naturales, sociales y exactos.
Medioambiente,
desarrollo, integración, cooperación y sostenibilidad, son contenidos interrelacionados
dentro de la convención, que van desde el manejo de los residuos generados por
la sociedad a la reinterpretación de códigos y usanzas de la vida.
Pocos
aspectos de la vida escapan a las circunstancias que inciden en el medio social
y ambiental. Y el cambio climático es tal vez el más visible de todos los
contextos.
No es de
extrañar que los expertos indaguen sobre las ya clásicas preocupaciones sobre cómo
contrarrestar los impactos del aumento del nivel del mar o los retos para el
sector agrícola, sino también asuman como imprescindible pensar ―entre otras
mucha líneas de investigación― el diseño del espacio público para los tiempos que
corren o los desafíos en la preservación del patrimonio de la nación.
En este último
terreno, dentro de las acciones del encuentro científico, la Dra. Dra. Sofía Borrego Alonso. Investigadora
Responsable del Laboratorio de Conservación Preventiva, del Archivo Nacional de
la República de Cuba (ARNAC), ofreciera datos reveladores.
«En Cuba
―reconoce la Dra. Borrego Alonso― existen conjunto de lineamientos para la
conservación de las fuentes documentales[2], con normas para la conservación
preventiva de documentos en diferentes soportes, en variables como temperatura,
iluminación, humedad relativa, ventilación, manipulación de documentos,
característica constructiva de los depósitos mobiliario y contenedores, pero no están delimitados los microrganimos; los
cambios en el clima obligar constantemente a realizar valoraciones integrales,
para actualizar mapeos de la distribución y variedad ecológica de las especies
fúngicas presentes en los archivos cubanos.
«De
hecho, ya se visto como los cambios extremos en el clima han provocado la aparición
de nuevos nichos geográficos donde antes no existían hongos. Está el ejemplo un
hongo levaduriforme que provoca afectaciones severas en el pulmón y que
apareció en Canadá o la presencia en Cuba de microrganismo que solo se habían visto
en Alemania. Es más, hay especies estudiadas por la Facultad de Biología de la Universidad
de la Habana, solo enmarcadas en la capital del país y que ya han aparecido en Santiago
de Cuba».
La mezcla
perniciosa de alta temperatura, insectos, microrganismos, hongos y ácaros afectan
por igual a los seres humanos ―invadidos alergias y trastornos respiratorios―,
a las edificaciones y sus estructuras y a materiales sensibles como el papel y
la fotografía. Nada escapa. Pero cada ámbito
lleva su propio remedio.
Las
actuales condiciones climáticas andan incidiendo notoriamente en las
concentraciones de aerosoles que dispersan los males con mayor velocidad e ímpeto.
Es algo
inevitable. Los conceptos de adaptación/mitigación cobran fuerzas y sus manejos harán
que nada quede fuera del accionar oportuno.